Es momento de soltar todo aquello que no está en nuestras manos poder cambiar, rendirnos ante lo que sucede, ante lo que hay, ante lo que es… y observar el momento presente con todo lo que hay en él; miedo, frustración, desesperación, angustia, tristeza, incertidumbre.
Detente ante la oportunidad de mirar y mirarte, de sentir y sentirte, esto es parte de la vida y así el momento es siempre completo y siempre perfecto.
Entrégate a esa fuerza poderosa de la luz; observa, suelta y confía en el ritmo de la vida, en la sabiduría de la madre tierra y en la luz contenedora de la fuente amorosa. Recuerda que la impermanencia es una ley de vida, “Esto también pasará”.
Pero, ¿Cómo queremos vivir esta experiencia?, ¿Estamos dispuestos a aprender de ella?,
¿Estamos abiertos a ver el regalo escondido detrás de todo este caos?.
La madre tierra vuelve a respirar, los bosques, las montañas, los ríos, lagos y mares descansan en el perfecto fluir de la vida, el aire es más puro, los animales vuelven a encontrar un poco de esa libertad que les pertenece por derecho divino…y, ¿Nosotros?.
A nosotros la situación nos invita a ir hacia adentro, a conectarnos, a sentirnos…
Pareciera ser que el tiempo se detiene y no hay otro camino más que observarnos y sentir, regresar a lo real, a la fuente, al interior. Para que en en ese lugar, al que equivocadamente tememos e ignoramos, conectemos con la Luz que nos regresa a la Unidad, AL AMOR.
Regresa a lo esencial, a ti. A valorar las pequeñas cosas donde se encuentra la felicidad real: la familia, los amigos, las risas, las lágrimas, el amor, la naturaleza, los animales, la comida, el aire que respiras. Todas esas cosas que damos por hecho y que pasan desapercibidas; reconócete en ellas, vibra en amor y agradecimiento infinito.
Unámonos en pensamientos de luz, una y otra vez, con la confianza de que cuando esto pase no seremos los mismos; seremos seres más empáticos, respetuosos, agradecidos, amorosos y sobre todo más conscientes. Personas que reconoceremos que tenemos una labor importante que realizar en esta vida: Amarnos y Amar.
¡No hay más tiempo que perder, no dejemos pasar la oportunidad de voltearnos a mirar y valorar la vida, nuestra vida, la de todos!. Tal vez separados físicamente pero juntos y unidos más que nunca como humanidad; haciéndonos sensibles ante el dolor de la tierra, de los animales y del otro. Separados, pero más juntos que nunca porque nos une la compasión, el sentimiento de solidaridad, el amor y aunque es irónico, también unidos por el dolor. ¡Qué regalo más grande tiene este momento para nosotros!, ¿Lo puedes ver?.
Recuerda…
“Del caos, nacen las estrellas”